martes, 28 de septiembre de 2010

El Salón y la Galería de Arte.



La Gran Galería del Louvre
Dibujada por Thomas Allom y grabada por J.B. Allen.
1840
La Gran Galería del Louvre, de donde toman su nombre las Galerías modernas. Adviértase la actividad febril de los copistas, forma elemental de la multiplicación.
La copia legal debía tener un 10 % menos de la base de la obra original. El mercado de la copia era enorme, también se publicaban grabados de las obras premiadas en el Salón.
“El Guardián del Museo”
Jorge Luis Borges con forma de pene erecto cuida (cura) el Museo Nacional de Bellas Artes.(Borges como aquél que logró burlar la trampa mimética de la cultura periférica. Valor en sí).(Este grabado tiene un Premio Sponsor en la Trienal Internacional de Grabado de Osaka. Japón).
Autor: bb
Apuntes para una Teoría del Museo:
Un brillante Profesor de Historia del Arte que el Pequeño Profesor tuvo en la
Universidad Complutense de Madrid,(durante los largos cuatro años que residió
en Europa en la Dictadura Militar, y digo esto, porque hay vivos que ahora hablan,
cuando en esos tiempos la mamaban bien, ni héroe, ni víctima, pero tampoco un perejil) decía , este conocido historiador español, que el famoso Salón francés explotó y se diseminó en las cientos de Galerías que se abrieron formando el Mercado del Arte. La metáfora es brillante, el Salón estalla en cientos de partículas, se siguen organizando Salones pero la función que inicialmente tenían, que era la de mostrar lo mejor que se hacía en Arte, la pasa a cumplir el sistema de galerías. El Galerista es un Jurado autónomo que decide que mostrar y que no mostrar. Siguiendo con esta idea podría decirse que si el sistema de galerías es el Salón particionado, la reunión de las Galerías en Feria, sería la reunión temporal de las partes dispersas del antiguo Salón. Una Grand Gallerie como la del Louvre donde se hacía
precisamente el Salón. Desaparece el Salón y se vuelve a formar un espacio
de validación, llamado Galería y la Feria es la Gran Galería. Pero parece
que ahora hay Comités de Participación que deciden, qué galerías participan
en la Feria, y qué artistas exponen. Éste nuevo Jurado volvería en realidad a formar el Salón con otro nombre y se superpondría un nuevo Jurado, al ya formado por los Galeristas en su desempeño profesional. Como se puede ver, los formatos institucionales son elásticos y se suceden los unos a los otros. Esta alternancia funcional, demuestra mi teoría, que dice que, el Museiom es en realidad una sola
institución ideal, que se especializa y se recicla al compás de los tiempos
para mejor cumplir su objetivo: ser una enorme aspiradora que atrae hacia sí
a la totalidad del Arte, seleccionándolo por medio de distintas mallas de trama
cada vez más fina, primero la del Taller, luego la de la Escuela, luego la del Salón,
más tarde la de la Galería y al final la malla ultra fina del Museo. Todo este dispositivo de recolección
es lo que yo llamo Museiom. El Galerista es un coleccionista que colecciona coleccionistas, un coleccionista que induce a coleccionar a otros en lugar de hacerlo él, un coleccionista que induce a coleccionar su disfrute personal, al señalar la obra en la que su placer logró mayor intensidad. El Galerista al señalar lo coleccionable, expande el mundo de los valores; y cada colección abierta es un argumento para la valoración del tránsito por nuestra vida. El Galerista indica un valor de cambio que habilita la circulación del Arte. La unión del valor dogmático, del valor formal o de Canon y del valor de cambio, es el momento en que se pasa del mundo subjetivo, metafórico y estético al mundo objetivo, físico, funcional,
al mundo con valores de referencia para toda la especie. Es el paso de la esfera personal a la pública, y siempre aquello muy valorado en la esfera personal
será menos valorado en la esfera pública, que es la esfera de todos y los valores ya no son autorreferenciales. Pero si es valorado tendrá una cotización de referencia.
Ese es el valor de referencia, claro que cambia constantemente en función
de la necesidad simbólica que de la obra tenga la Especie.
Análisis: bb

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un Tiburón en el Museiom.



Frasco del Museo de Ciencias Naturales de Bs. As.
Tiburón de Damien.
Un tiburón en el Museiom.
La educación académica en el siglo diecinueve tenía sus bemoles, y sino hay que fijarse en los temas de los exámenes y en los concursos: ”Zenobia encontrada
a orillas del Araxe”, ¿Quién será Zenobia y dónde estará el río Araxe? ¿Se habrá secado?. Para saberlo había que estudiar en los famosos “cursos de Historia de las Antigüedades”, “las materias teóricas” de la época. Y esas sesudas, difíciles, clásicas y bíblicas cosas se enseñaban en la “Grand Ecole” de Bellas Artes, no en la “Petit Ecole” que terminará siendo la Escuela de Artes Decorativas. Este debate no
es abstracto en Argentina, pues los formatos institucionales franceses hicieron estragos aquí, debido a la voracidad importadora de nuestros Padres fundadores de las instituciones culturales. Los cursos de Historia de las Antiguedades, eran los cursos teóricos para el entrenamiento intelectual necesario para ilustrar el Dogma neoclásico republicano. Los temas eran clásicos, bíblicos y morales, como muestran los temas de la Escuela de Bellas Artes para el Examen de Cabeza de Expresión:
“El contento de un padre después de la cura de su hijo”, ”El pudor mezclado con el miedo”. Todo un entramado simbólico basado en las expresiones morales, las leyes de
la fisonomía y sustentado por Descartes en su “Tratado de las pasiones”. La Escuela formaba pensando en el Salón del Museiom. Si hoy lo hiciera pensando en el paradigma del Artista prodigio Damien Hirst, aceptado en el Museiom por un tiburón nadando
en formol, la Escuela de Bellas Artes, debería enseñar a pescar. El Arte conceptual o neo conceptual no genera conocimientos que se puedan sistematizar y transferir,
salvo la información exacta de lo que creó el artista en el plano conceptual y real, que tiene además vedada su réplica, por la imposición del gesto único del artista consagrado. En el caso de Damien lo que llama la atención es que lo que él presenta como novedoso, se practica desde siempre en el Museo de Ciencias Naturales, donde la práctica del tarro con formol es permanente. Damien cambió el frasco de lugar y provocó una ruptura en el encadenamiento habitual de los discursos del Museiom. Porque la Muerte como fenómeno natural es un recorte que corresponde al Museo de Historia Natural.
Es de hacer notar el hecho de que la Academia de Bellas Artes de Paris, haya sido la primera institución en preocuparse del Museo como pieza arquitectónica, y esto es patente dado que varias veces a finales del siglo XVIII llamó a Concurso para el prestigioso Premio de Roma, poniendo al Museo como tema de Concurso. El Premio de Roma era el Premio más apreciado, pues el ganador era pensionado en la Villa Mèdicis por varios años. La Escuela proponía como tema de competencia el lugar donde guardar en definitiva, la producción de sus egresados. El Louvre con sus Galerías gigantescas era y es un despropósito, en el Salón del Louvre se colgaban obras a seis metros de altura, llegando incluso a alquilar larga vistas de teatro para poder verlas.
Análisis: bb

lunes, 20 de septiembre de 2010

El Canon del Salón es el Dogma de la Escuela.



Descripción arquitectónica y simbólica
de la Fachada del Museiom de la Plata:

“La fachada principal nos da una prueba firme de la presencia del espíritu neoclásico. El acceso se produce a través de la amplia escalinata de granito, cuyo segundo tramo es flanqueado por estatuas de esmilodonte, el imponente tigre pampeano. La gran escalinata remata en un pórtico hexástilo monumental que, a modo de frontis de templo griego períptero está compuesto por columnas acanaladas de capitel corintio, abarcadores de las plantas del edificio y cuyo intercolumnio es éustilo. Sobre dichas columnas apoya el entablamento compuesto por el arquitrabe, por un friso carente de metopas y triglifos y por una amplia cornisa denticulada. Esta última sostiene un frontón triangular, cuyo tímpano ha sido ornado por
un grupo escultórico. Dicho grupo consiste en una representación alegórica según la
cual una figura femenina alada, que personifica a la Ciencia, procede a recoger el manto de la ignorancia que cubre el globo terráqueo, teniendo como fondo al cielo, con sus nubes y sus estrellas de primera magnitud.”
Julio A. Morosi
La Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación. Con el Santódromo, San Rector, San Profesor y San Alumno, y en la Fuente Primordial del centro una peculiar pareja.
Se muestran las tres actitudes pedagógicas del Maestro: La Dirigista, la Asistencialista y la Personalista.

Apuntes para una Teoría del Museo:
El Canon del Salón es el Dogma de la Escuela.
El Salón, se llame Salón, Bienal, Trienal, Concurso, Certamen, Premio o cualquier otra denominación capciosa, es en realidad una competición que propone la clase sacerdotal para dirimir a quienes se los considera los mejores, con el claro propósito de establecer un Canon, que marque a los artistas que, encarnando un Dogma dado o creado por el mismo artista,hayan alcanzado un grado de destreza en el uso de las normas canónicas aceptadas o establezcan nuevas normas para ser aplicadas desde ese momento. Es por esto que el Canon del Salón es el Dogma de la Escuela. La Escuela
de Bellas Artes, de Artes Visuales, de Artes Plásticas, la Facultad de Bellas Artes, la Academia de Bellas Artes en su versión Instituto de Enseñanza y todas las otras
denominaciones capciosas, son en realidad una parte del Museiom dedicado a la formación de los futuros obreros artistas que engalanarán con sus obras
las salas del Museiom, si acaso logran pasar las mallas selectoras de la Escuela primero, ya que muchos no la logran superar, la del Salón en todas
sus versiones, más tarde la del Mercado y luego la del Sumo con su Consejo, quienes tienen en su voz la última palabra de admisión. El Salón por invitación limitada o general, por selección con reglamento escrito o no, el Salón público, privado
o semipúblico, con Premios, Diplomas, Medallas o sin ellos. El Salón internacional, nacional, provincial, municipal, o de cualquier tipo o importancia es la forma discreta pero cruenta de separar el rebaño ya educado en la Escuela. El problema se suscita cuando el Salón, (en sus distintas versiones) desde el conflicto con los
Impresionistas, no propone ningún Canon para establecer como Dogma en la Escuela.
O propone todo el tiempo Dogmas que desaparecen tan rápido que la transferencia
de conocimientos, con sus distintas etapas de conceptualización y sistematización, no
llega al aula taller para su correcta puesta en obra simulada pero de Canon correcto.
Como ejemplo característico de esta circulación de mandatos del Salón al aula, se puede mencionar a la Bienal de San Pablo y los viajes de Profesores y estudiantes que hacen para enterarse de sus propuestas y a las clases magistrales que se organizan a su regreso a la Escuela de Bellas Artes para ver los videos de la visita. Esto último antes de la era Internet, porque ahora todo tiende a ser on-line. Detrás de todo siempre hay un Jurado. Recuerden que el experimento
del Salón revolucionario al eliminar el Jurado del mismo, fue un fiasco al punto de que fueron los propios artistas los que pidieron que se volviera a instituir, en 1830la Comuna revolucionaria propuso algo lógico para una Escuela de Bellas Artes enfrentada con las autoridades académicas y sus cánones. La Comuna consideraba al Arte “una expresión libre y original del pensamiento” y al oponerse a “toda dirección oficial dedicada al juzgamiento de los alumnos”, propuso cortar el presupuesto de la Escuela de Bellas Artes. El razonamiento no tiene fisuras: si el Canon de la Academia y su Salón no pueden ser el Dogma de los alumnos
de la Escuela porque coartaría la libertad expresiva de los mismos, la Escuela debe
cerrar. No es que yo lo proponga dado que hace toda una vida que profeso de Profesor
de Historia del Arte y ya sólo deseo llegar cansinamente a mi merecida jubilación, con el 82% móvil incorporado. En realidad, en Egipto no había Escuelas de Bellas Artes ni en Grecia, ni en Roma tampoco, no había Escuelas de Bellas artes en la Prehistoria ni en América antes de Colón, ni había Escuela en muchos lugares más. En la Edad Media los gremios, las cofradías y los talleres de los artistas se encargaron de la enseñanza del “oficio” y recién en el Renacimiento se empieza a formalizar esta parte del Museiom dedicada a la formación artística. Por lo tanto,
una enorme parte de la totalidad del Arte producido por el Hombre, fue creado sin
que existiera la famosa Escuela de Bellas Artes. Ojo no es que quiera que la cierren. Digo, nomás. Detrás de todo siempre hay un Jurado. Digo, nomás.
Análisis: bb

viernes, 17 de septiembre de 2010

El Salón, el Canon académico y la fotografía.


Gran Premio de Honor del Salón Nacional
“Presidente de la Nación”
Título: La Fuente de la Abundancia protegida
por veinte barrabravas.
Autor: bb
Como muchos grabados de BB dedicados al análisis del Museiom y sus partes constitutivas, esta xilografía muestra la Fuente primordial de la Abundancia para los artistas: La Pensión Nacional otorgada por el Salón. Como se puede observar, dicha Fuente de la Abundancia está protegida por 20 barrabravas, 20 patoteros apropiadores del dinero público, sansones pelados y panzones, acorralando los emblemas fálicos y testiculares que denotan el nicho de la Fortuna que los artistas
consiguieron crear en el espacio público. Los barrabravas son los parásitos
especialistas en el tráfico de influencias. En la obra que ganó el Gran Premio del Salón nacional estas precisiones son así pero no están visibles ni evidenciadas, igual la obra fue descolgada de las paredes de la Secretaría de la Nación por el nabo de Nun, Secretario senil de la Cultura, que hoy duerme la siesta de los nabos en Londres y que mientras estuvo en el Poder, le regaló el Salón Nacional al Osito
Sponja, a la mujer del nabo, artista aficionada, y al Consejo Asesor, cuyo coordinador ganó, casualmente, el Gran Premio de Honor.
Apuntes para una Teoría del Museo.


Apuntes para una Teoría del Museo.
El Salón, el Canon académico y la fotografía.
Que el Salón de los Independientes (o impresionistas) se haya realizado en el local de Nadar no es casual, era muy amigo de ellos y ellos eran muy de utilizar como
documentación las nuevas tomas fotográficas. Delacroix tiene decenas de fotos a partir de las cuales llenaba sus composiciones de personajes. Degas también las usaba. Rodin hacía fotografiar las modelos y luego dibujaba sobre las fotos, también hacía fotografiar el modelado para hacer cambios. La fotografía revolucionó la representación y puso en duda el rol del artista en el mundo moderno. El retrato se desvaneció y perdió prestigio. La forma abocetada del impresionismo, forma que Emile Zola le reprochó al final de su vida, es una reacción contra la minuciosidad de la toma fotográfica que documentaba con exactitud. El mundo moderno reemplazó las formas constructivas clásicas al introducir el hierro en la Arquitectura y puso en duda las formas académicas al generalizar y abaratar la reproducción fotográfica.
El Canon académico, o sea el conjunto de Reglas que encadenadas entre sí marcaban un estándar de representación artística, fue contrastado con la cruda y elocuente realidad fotográfica. En escultura hubo en el Salón un escándalo paradigmático: el del escultor Clésinger. Fue acusado con justa razón de moldear directamente una modelo, que yacía blanca y exánime al haber sido picada por una serpiente venenosa,
El artista escultor la había cubierto de yeso particionado en taseles que reunidos en molde consiguieron un resultado tan explícito que los penes del Jurado erectaron.
Hoy con el caucho siliconado se puede hacer eso y mucho más. Pero Clésinger se lo hizo a la musa de Baudelaire, se lo hizo a Apollonie Sabatier, por quién
suspiraban en su Salón: Alfred de Musset, Gustave Flaubert, Víctor Hugo, Gustav Doré, Edouard Manet, Berlioz, Theophile Gautier y tantos otros hoy olvidados.
Mujer hermosa como ninguna, cortesana que terminó en las Flores del Mal como “la que es demasiado alegre”.
Epígrafe para las fotos de la obra de Sabatier
Apollonie Sabatier picada por una serpiente.(para mí que a ésta la agarró una pitón y le dio y le dio y le dio y le dio, toda una noche entera)
El moldeo directo es para la escultura lo que es la fotografía para la pintura, el realismo burgués podía permitirse a la bella Apollonie desnuda exánime y envenenada, pero con el distanciamiento propio de la domesticación visual académica que atenúa los llamados de la carne, instando a la percepción a educarse en el Canon, para ya sabiendo, encontrarlos y gozarlos intensamente, gracias al largo camino recorrido hasta ellos y a la mórbida espera necesaria para gozar el prohibido néctar. La fotografía en blanco y negro impulsó a los artistas hacia la paleta cromática, Delacroix y los impresionistas hicieron nicho en el defecto de la fotografía: la ausencia de color. Este mismo defecto impactó sobre la pintura académica basada
en la paleta tonal y también impactó la fotografía con su precisión al documentar la realidad, sobre la manía por el detalle de la pintura clásica y es por eso, repito, que aparecen las formas artísticas imprecisas del impresionismo, sus formas abocetadas. Es por eso que el dibujo desaparece y la forma se diluye, porque al dibujo se lo robó la fotografía. Esa perra traidora que un mal día al grabador litógrafo Niepce se le ocurrió inventar, para perjuicio de los artistas que tuvieron que salir a inventar el arte moderno.
Análisis: bb

viernes, 10 de septiembre de 2010

El Jurado del Salón Nacional.




El Jurado.
Autor: bb
Primera y Segunda versión del Jurado, hay otra versión parecida a la primera que
representa a la Academia de Bellas Artes. Actualmente el Salón Nacional está dirigido por un Comisario Político. El Comisario Político, es el rango de menor jerarquía de la Clase sacerdotal. Un funcionario que además es representante de un sector pedorro de la vanguardia periférica argentina, que después de décadas de morirse de risa del Salón Nacional, vienen ahora con la escupidera a tratar de levantarse la Pensión, porque ya nadie les compra los cuadros actuales, y los de antes que interesaban más, hace rato que los tienen otros, los Galeristas.

El Jurado del Salón Francés
Desde 1863 hasta 1883 se desarrolló la “Guerra del Salón”, una guerra en la que nadie ganó nada, el Salón desapareció o perdió importancia, los Impresionistas crearon un Salón paralelo cuya primera exposición fue en el local del fotógrafo Nadar, y luego se repitió 6 veces más, sin muchas ventas por cierto, al punto que varios que participaron en la primera exposición trataron luego de entrar al Salón oficial para ver si vendían algo. Uno de los grandes culpables de este desencuentro fue el Jurado del Salón. Los artistas modernos querían “pertenecer” y no los dejaban.
Cezanne fue admitido gracias a las gestiones que realizó ante un miembro del Instituto (Academia) que podía invitar un artista sin pasar por el Jurado. El Jurado republicano sustituye al Gusto del Monarca decapitado, sustituye al Gusto personal o lo que yo llamo el “Gusto de Mariquita”, aludiendo a Mariquita Sánchez de Thompson. La calidad de ejecución académica (Canon académico) era importante, pero lo más importante era el tema de la obra y su correspondencia simbólica con el Dogma de la clase dominante, en esa época la burguesía. Las parábolas morales, las elipsis
sentimentales, las moralejas ejemplificadoras, las fiebres místicas y otras mierdas parecidas eran el Dogma de la burguesía.
Como relataba Jean Moréas:
“Bíblicas pobrezas con la carne maltratada, abrahames entintados, jesuses con barba de farmacéutico, cardenales con aspecto conciliar, mártires gastados y miserables, mercenarios de las cavernas, escandalosas madonas de abundante busto, titanes exagerados, venus semejantes a nadadoras, ninfas consumidas, napoleones de almanaque, y todos los matices del azul de Prusia y del betún y de la tierra de Siena que los cubría de una corteza amarronada”. Durante el Imperio de Napoleón III
la situación empeoró, el Conde de Nieuwerkerque, que presidía el Jurado del Salón con el mismo Emperador, decía de Courbet y la Escuela de Barbizon: “Esa pintura de la Democracia, de los hombres que no se cambian de ropa interior, que se
quieren imponer a la gente del Gran Mundo. Ese Arte me disgusta y me irrita”. (Es de hacer notar la relación que establece el Señor Conde entre la ropa interior y la Democracia, ¿Qué lencería usaría el Señor Conde, tal vez la que desgarró en su
frenesí el Divino Marqués de Sade? ¿Tal vez se probaba la que dejaba su cortesana preferida?). Este tipo de Jurado produjo el escándalo del Salón de los Rechazados: Resulta que un Profesor de nervio furioso instó al Jurado a rechazar unas 4.000 obras. El enojo se derramó por todo Paris y el mismo Emperador Napoleón III
inspeccionó las obras rechazadas, a las cuales no encontró ni especialmente malas ni especialmente buenas, y ordenó exponerlas separadamente. Fue un gran error imperial. La apertura aclaratoria de Napoleón III no gustó a los artistas rechazados y 600 de ellos no quisieron exponer como rechazados. El público que reemplazó al Jurado
al poder oponer lo supuestamente malo con lo supuestamente bueno, no rescató a los artistas modernos, sino que los ridiculizó en forma perversa. El Jurado quedó resentido por la desautorización del Emperador y juró odio eterno a los Impresionistas. Y los pobres impresionistas vivieron pobres hasta el final, porque nadie les compraba nada porque no ganaban Medallas en el Salón, o sea no ganaban las monedas de homenaje que certificaban destreza y capacidad, y por eso no convocaban a las monedas de cambio que los hubieran hecho felices. En el Salón no habia premios en metálico valor de cambio. En el Salón, tanto el Estado como los coleccionistas privados, compraban lo distinguido por las Medallas. Como en la Bienal de Venecia que, con todo ese discurso moderno de no dar Premios, doctrina aplicada no hace mucho, se terminó emparentando al Salón académico del siglo XIX; al dejar a los señalados con Medalla bien certificados como mejores por la clase sacerdotal para que el Mercado actúe. Una labor de Consultoría gratuita para los operadores
del Mercado. Ya de viejo y sifilítico Manet ganó la Legión de Honor con el desacuerdo explícito del Presidente de la República y ese año le dieron una Segunda Medalla en el Salón por 17 votos, un poco más de la mitad del total de los 33 Jurados actuantes. 33, la Edad del Cristo al ser crucificado. 33 el Grado superior de los francmasones. Manet luchó contra el Salón, pero siempre quiso ser bien tratado por él. Después de todo se trataba de “pertenecer” al Museiom y el Salón es el Salón de recepción; sea éste francés que analizo, sea la Bienal de Venecia o sea cualquier Concurso o Certámen, público o privado, siempre que los cuales, concatenados, den certificación y validen o no, la pertenencia del artista al denominado Museiom.
Análisis: bb

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Salón Nacional



Medalla del Gran Premio Nacional “Presidente de la Nación” Premio que correspondía a una pensión mensual y que el Presidente Menem, equiparando a los artistas con los políticos ladrones, prohibió de cobrar antes de los 60 años, transformando un estímulo a la producción en una jubilación senil. Los sucesores de Menem no hicieron nada, salvo poner al frente del Salón a un operador político intrascendente. El Comisario Político es el rango de menor calidad pero mayor poder de la Clase sacerdotal.
El Salón
El Salón del cual se habla mucho sin saber tanto, es una institución creada para poner en práctica la autoridad seleccionadora y recolectora representada por la clase sacerdotal reunida en la Academia de Bellas Artes. El Salón deriva de la exposición de la Academia del año donde se exponían los olímpicos trabajos de los miembros de la misma. Anualmente bienalmente o con algunas interrupciones durante los siglos XVII, XIX Y XX, el Salón mostró lo “mejor” garantizado por las miembros de la Academia a los cuales el Monarca Absoluto les otorgaba el ejercicio del Gusto Real, el Gran Goût. El Gusto del Monarca cedido a los especialistas en realizar lo “mejor”. Luego el Salón se abrió a los que no pertenecían a la Academia, para eliminar el Jurado durante la Revolución Francesa para volver a constituirlo ante el fracaso del “Todo vale”, por pedido de los propios artistas. Esta institución seleccionadora productora de Premios en metálico, Medallas o monedas de homenaje, pensiones artísticas y antecedentes curriculares, está más viva que nunca. Las Bienales como la de Venecia deben su existencia a las Exposiciones Universales y sus sistemas de recompensas para los artistas ganadores. Estas Exposiciones Universales pusieron el Arte global en competición y para lograr la selección se basan en la rica experiencia del Salón Francés, que se llama así, porque se realizaba en el Salón Carré del Palacio del Louvre. El Salón en el siglo XVIII era Bienal (como la Bienal de Venecia). La cantidad de artistas varió desde los 37 expositores en 1759 a los 1190 expositores en el año 1833. En el Salón de 1848 hubo 5.180 obras admitidas que presentaron 3318 artistas (los artistas presentaban más de una obra)
En 1840 se rechazaron 2400 obras, si hoy hacen eso no queda ninguna. El Salón siempre se realizó en el Louvre, era una vuelta al Palacio y era una manifestación de la cultura urbana de masas, los visitantes en 1781 fueron 37.000, teniendo entonces Paris y aledaños 600.000 Un 6 % del total visitó el Salón. Hoy para tener una repercusión similar en Bs. As. y conurbano se deberían convocar: 800.000 personas, quién convoca tanto?, puede ser la Feria del Libro, la Rural, Arteba?.
El Salón Nacional de Bellas Artes seguro que no. El Museiom medioeval fue la Catedral y el Museiom Barroco fue el Palacio. El Salón nace en el Palacio, es el
vientre digestivo del Museiom. Todo Certamen, Concurso, Bienal, Trienal, Salón o como lo quieran denominar, no es más que una plataforma seleccionadora para una recolección validada por la clase sacerdotal tenedora de lña delegación del Gran Gusto del Monarca decapitado. Incluso cuando las modernas competencias (Como las grandes Bienales) llegan a la Gran Final con los preseleccionados ya nombrados, por los Comisarios Políticoso los Curadores oficiales, o sea por la Clase Sacerdotal.
Incluso en esos casos la selección se opera dentro de la interacción de todas las voluntades y los rererererelatos y los disdisdisdisdiscursos concatenados. Aunque muchas veces el Relato auto inducido termina produciendo monstruos, como decía el Maestro de Fuendetodos, Don Francisco de Goya y Lucientes.
Análisis: BB