lunes, 20 de septiembre de 2010

El Canon del Salón es el Dogma de la Escuela.



Descripción arquitectónica y simbólica
de la Fachada del Museiom de la Plata:

“La fachada principal nos da una prueba firme de la presencia del espíritu neoclásico. El acceso se produce a través de la amplia escalinata de granito, cuyo segundo tramo es flanqueado por estatuas de esmilodonte, el imponente tigre pampeano. La gran escalinata remata en un pórtico hexástilo monumental que, a modo de frontis de templo griego períptero está compuesto por columnas acanaladas de capitel corintio, abarcadores de las plantas del edificio y cuyo intercolumnio es éustilo. Sobre dichas columnas apoya el entablamento compuesto por el arquitrabe, por un friso carente de metopas y triglifos y por una amplia cornisa denticulada. Esta última sostiene un frontón triangular, cuyo tímpano ha sido ornado por
un grupo escultórico. Dicho grupo consiste en una representación alegórica según la
cual una figura femenina alada, que personifica a la Ciencia, procede a recoger el manto de la ignorancia que cubre el globo terráqueo, teniendo como fondo al cielo, con sus nubes y sus estrellas de primera magnitud.”
Julio A. Morosi
La Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación. Con el Santódromo, San Rector, San Profesor y San Alumno, y en la Fuente Primordial del centro una peculiar pareja.
Se muestran las tres actitudes pedagógicas del Maestro: La Dirigista, la Asistencialista y la Personalista.

Apuntes para una Teoría del Museo:
El Canon del Salón es el Dogma de la Escuela.
El Salón, se llame Salón, Bienal, Trienal, Concurso, Certamen, Premio o cualquier otra denominación capciosa, es en realidad una competición que propone la clase sacerdotal para dirimir a quienes se los considera los mejores, con el claro propósito de establecer un Canon, que marque a los artistas que, encarnando un Dogma dado o creado por el mismo artista,hayan alcanzado un grado de destreza en el uso de las normas canónicas aceptadas o establezcan nuevas normas para ser aplicadas desde ese momento. Es por esto que el Canon del Salón es el Dogma de la Escuela. La Escuela
de Bellas Artes, de Artes Visuales, de Artes Plásticas, la Facultad de Bellas Artes, la Academia de Bellas Artes en su versión Instituto de Enseñanza y todas las otras
denominaciones capciosas, son en realidad una parte del Museiom dedicado a la formación de los futuros obreros artistas que engalanarán con sus obras
las salas del Museiom, si acaso logran pasar las mallas selectoras de la Escuela primero, ya que muchos no la logran superar, la del Salón en todas
sus versiones, más tarde la del Mercado y luego la del Sumo con su Consejo, quienes tienen en su voz la última palabra de admisión. El Salón por invitación limitada o general, por selección con reglamento escrito o no, el Salón público, privado
o semipúblico, con Premios, Diplomas, Medallas o sin ellos. El Salón internacional, nacional, provincial, municipal, o de cualquier tipo o importancia es la forma discreta pero cruenta de separar el rebaño ya educado en la Escuela. El problema se suscita cuando el Salón, (en sus distintas versiones) desde el conflicto con los
Impresionistas, no propone ningún Canon para establecer como Dogma en la Escuela.
O propone todo el tiempo Dogmas que desaparecen tan rápido que la transferencia
de conocimientos, con sus distintas etapas de conceptualización y sistematización, no
llega al aula taller para su correcta puesta en obra simulada pero de Canon correcto.
Como ejemplo característico de esta circulación de mandatos del Salón al aula, se puede mencionar a la Bienal de San Pablo y los viajes de Profesores y estudiantes que hacen para enterarse de sus propuestas y a las clases magistrales que se organizan a su regreso a la Escuela de Bellas Artes para ver los videos de la visita. Esto último antes de la era Internet, porque ahora todo tiende a ser on-line. Detrás de todo siempre hay un Jurado. Recuerden que el experimento
del Salón revolucionario al eliminar el Jurado del mismo, fue un fiasco al punto de que fueron los propios artistas los que pidieron que se volviera a instituir, en 1830la Comuna revolucionaria propuso algo lógico para una Escuela de Bellas Artes enfrentada con las autoridades académicas y sus cánones. La Comuna consideraba al Arte “una expresión libre y original del pensamiento” y al oponerse a “toda dirección oficial dedicada al juzgamiento de los alumnos”, propuso cortar el presupuesto de la Escuela de Bellas Artes. El razonamiento no tiene fisuras: si el Canon de la Academia y su Salón no pueden ser el Dogma de los alumnos
de la Escuela porque coartaría la libertad expresiva de los mismos, la Escuela debe
cerrar. No es que yo lo proponga dado que hace toda una vida que profeso de Profesor
de Historia del Arte y ya sólo deseo llegar cansinamente a mi merecida jubilación, con el 82% móvil incorporado. En realidad, en Egipto no había Escuelas de Bellas Artes ni en Grecia, ni en Roma tampoco, no había Escuelas de Bellas artes en la Prehistoria ni en América antes de Colón, ni había Escuela en muchos lugares más. En la Edad Media los gremios, las cofradías y los talleres de los artistas se encargaron de la enseñanza del “oficio” y recién en el Renacimiento se empieza a formalizar esta parte del Museiom dedicada a la formación artística. Por lo tanto,
una enorme parte de la totalidad del Arte producido por el Hombre, fue creado sin
que existiera la famosa Escuela de Bellas Artes. Ojo no es que quiera que la cierren. Digo, nomás. Detrás de todo siempre hay un Jurado. Digo, nomás.
Análisis: bb