martes, 25 de enero de 2011

Teoría sobre la Droga. La chicha del indio manzanero.



Autor: bb
Lápiz acuarelable.
Ficha de estudios del Pequeño Profesor donde se pueden ver distintas variantes de recipientes griegos de cerámica, habitualmente decorados a mano por artistas exquisitos. Los tamaños dibujados no corresponden a la realidad proporcional entre los distintos recipientes. (Nota del P.Q.)

Anotaciones para una Teoría del Museo
Teoría sobre la Droga.
La Chicha del Indio manzanero.
El alumno Tuffo agregó el tema de la chicha. Es la chicha manzanera una bebida borrachera, una bebida fermentada que el indio manzanero, preparaba desde antiguo prensando en la chichería. La manzana chichera se dejar fermentar durante un año, puesto que cuanto más fermenta más alcohol contiene y mayor pedo dispensa. Luego del prensado hay campesinos que prefieren embotellar la chicha y enterrarla para que
fermente bajo tierra, pensando tal vez capturar los espíritus de la tierra en esas botellas de recolección llenas de chicha manzanera. La sidra, bebida similar a la chicha manzanera debe su nombre a una voz latina derivada de una palabra hebrea y la manzana aparece asociada a cuestiones de amor y pecado y fue fuente de pasión y discusión, desde los antiguos dioses griegos a los españoles latinos que la destilaban en Asturias donde el poeta José Montera en 1918 nos escribía:
“Agrio vino de manzanas,
agridulce vino de oro
de las viñas asturianas,
cuando escancia tu raudal
limpio y sonoro
en las jarras aldeanas
una moza con los labios
encendidos de coral,
tu áureo néctar beberían,
por tu gloria brindarían,
y su espada y su talante rendirían
los arqueros de San Jorge
de los cuadros de Franz Hals.”
Los indios manzaneros y los rudos campesinos patagónicos la destilaban buscando conservarla dulce y empujando la fermentación poderosa que provoca la borrachera austral. Dicen que no se debe enterrar la chicha en plena borrachera, dado que al otro día nadie recuerda donde se la enterró, ni tampoco hay que desenterrarla en estado de ebriedad porque el estropicio es grande y los porrones pueden romperse. Las indias cuando sus hombres empezaban una borracherade varios días, les escondían las armas para que no se mataran entre ellos y se preparaban para el amor tumultuoso como en las kermeses flamencas que pintara el divino Rubens.
El alcohol fue la droga de exterminio o de suicidio masivo de aquellos que veían desaparecer el mundo ancestral, y lo veían mudar en algo, que sólo los tomaba en cuenta como peones, obreros, soldados, policías, putas o mucamas.
Teoría sobre la Droga.
El escanciador. (El que sirve la bebida narcótica)
Con experiencias con varias drogas pero de validez relativa por el uso poco prolongado de las mismas,(a pesar del consumo que me asignan por el carácter
de mi obra) creo que más de hablar de Droga habría que hablar de Dosis. Antonio Escohotado en su clásica Historia de las Drogas habla del vino Resinato, el vino
energizado con aceite, con resina de cannabis. Ya está en la Odisea donde se narra la llegada de Telémaco a Esparta, momento en el cual hablando de Ulises quedan todos
melancólicos y Helena ordena tirar nepenthés en las copas y las sonrisas vuelven a surgir. El nepenthés era una decocción de vino, mirra y cannabis. Esa orden de Helena
es la orden del escanciador, el cual es una figura central del banquete clásico, está presente en Grecia y también está presente en Roma, la Graeco more bibere
“Costumbre Griega de beber” “Un “rex convivii” (o magíster o arbiter bibendi) (Rey del convite, o maestro, o árbitro de la bebida ) determinaba en que proporción se debía mezclar el agua con el vino y cuándo se había de beber. Esta costumbre era griega (Graeco more bibere), pero tan antigua, que Cicerón la consideraba como institución de los antepasados.” Como se ve en esta cita, el sistema de administración de la droga, ya sea el alcohol, sea cerveza, vino o el vino resinato, compuesto de vino, mirra y resina de cannabis, tenía varios agentes: el Maestro del Banquete y árbitro de la bebida y los escanciadores que respetaban sus órdenes.
Es por eso que el Maestro del Banquete era el verdadero Escanciador, era el que evaluaba el estado de los comensales y al dar la orden permitía el reingreso de la droga. Era el que controlaba la Dosis, el que agregaba el nephentés, el que agregaba la resina de cannabis y la mirra y el que agregaba agua para dulcificar la Dosis. El escanciador era la Dosis, él determinaba que se podía consumir más o ya no. El que
determinaba el límite o lo arrastraba cada vez más allá. El escanciador era un alter ego social que controlaba la Dosis. Un comensal designado para, desde la sobriedad, llevar en su viaje narcótico a los demás comensales. Era un lazarillo llevando a varios ciegos a los tumbos por el mundo. La figura del Escanciador evaluando la Dosis es clave para el control de las adicciones modernas. Si nadie hace de Escanciador, ni siquiera los propios sujetos del consumo, no hay control de la Dosis y tarde o temprano se presentan situaciones comprometidas donde el caos impera. La palabra Dosis en griego significa: “acción de dar”, el Escanciador decide dar, dar cuánto o no dar, esa es la Dosis. Y volviendo a la antigüedad, fue un artista quién señaló al caos posterior a la orgía: “En la época alejandrina, a un artista, Sosos, se le ocurrió la idea de representar en mosaicos un pavimento diseminado de desperdicios, la llamaba “sala sin barrer”; cfr. Plinio XXXVI).” El pavimento estaba sucio al otro día porque el Maestro del Banquete, la Dosis, cuando todos los comensales ya dormían, aprovechó y se tomó todo el vino resinato y se fue con dos flautistas a dormir la mona a otro lado. El consumo del alcohol sea resinato o no
genera Arte al necesitar de objetos para distribuir la droga. Hoy tomamos vino con dos recipientes: la botella y el vaso, antes se hacía con tres: la damajuana, la jarra y el vaso. En Grecia, como se ve en la ficha del Pequeño Profesor, los recipientes eran muchos más, pero en el Banquete eran sólo tres: La crátera de boca acampanada era la vasija más grande, luego venía el ánfora que sería la jarra
intermedia donde se podía agregar agua, resina de cannabis y mirra, según decidiera el Maestro del Banquete y el kylis o kálix, vaso pequeño para beber, que aún se
usa en la Santa Misa para beber el vino consagrado,no resinato, supongo. En cambio, el ánfora que se les entregaba como Premio a los atletas en las Olimpíadas griegas, yo creo que no estaba vacía, creo que estaba llena de vino resinato. El Jurado de la Olimpíada era un Maestro Escanciador, otorgaba como premio la bebida narcótica. Hoy la juventud mezcla como los griegos el alcohol y el cannabis, pero el escanciador
no está, es el mismo comensal, quién decide cuanto y que toma. Es por eso que cada uno debe tener al Escanciador dentro de su Deseo y lo debe respetar más que a su sed, más que al ansia de gozar y apagar el Deseo. El apagar el Deseo implica la Muerte. De todas formas, la Dosis 0 (cero) es también una Dosis y se necesita también un Escanciador para darla todos los días hasta la Muerte.
Análisis, acuarela y ficha de estudios: bb