El Museo del Bicho es un lugar`para reflexionar sobre la Historia natural y las formas minerales, vegetales y animales,como una plataforma de enseñanza para las artes visuales. Este sitio complementa las actividades de la Pequeña Cátedra.
miércoles, 23 de febrero de 2011
Amalita comiendo un espectador.
El retrato de Amalita en su Museo, comiéndose
un espectador desprevenido, dentro de 150 años.
Autor: bb. Lápiz acuarelable.
(La imagen puede llegar a ser una buena escultura)
Amalita por Andy Warhol.
La acuarela es un detalle del grabado titulado:
“Jorge Luis Borges custodiando el Museo de Bellas Artes”
O también: “El Guardián del Museo”.
Premio Sponsor Bienal Internacional de Grabado de Osaka.
Anotaciones para una Teoría del Museo
Amalita se come un mirón, un espectador, en su cripta Museo dentro de 150 años, o mañana mismo pueden ser Ustedes mismos degustados por la Dama de Cementum. Amalita mediante la firma de un consagrado, en este caso Andy Warhol, se asegura la
supervivencia de su memoria, hasta que se olviden quién era la rubia y empiecen a decir que Andy Warhol era homosexual (cosa que era) y se fotografiaba y se pintaba como una rubia de cabaret. Y si no me creen pregúntenle a la Gioconda que tiene su identidad zamarreada entre el amante de Leonardo, la amante de un Medicis y la esposa del Giocondo. Amalita coleccionará a sus mirones después de muerta gracias
a que ella supo coleccionar Arte antes de muerta. Amalita vuelve a vivir dentro de la intimidad mental de sus amados mirones, los cuales son convocados a la Cripta, al Museo, por el prestigio de la Colección, por el prestigio del Sitio, y por el prestigio de los Actos de voluntad absoluta, Actos caprichosos de elevados costos a pagar en moneda contante y sonante. Actos y gestos para exorcizar la muerte, vanos tal vez, pero los únicos que tenemos parecidos a la magia. Amalita come la cabeza del mirón, vuelve a vivir unos instantes, ES en alguien desconocido, intrusa al mirón y es echada de allí por el siguiente cuadro, que también fue coleccionado por ella y así con todas las obras de Arte atesoradas por ella. Colecciona y coloniza al mirón instalando su gusto y el de su tiempo degustado por ella, en la memoria desprevenida del mirón. En el grabado de donde sale este detalle devenido acuarela, aparece con forma fálica Jorge Luis Borges, artista por antonomasia, al haber podido superar la condición periférica de nuestra cultura y ejercer una poética autónoma,
algo que casi todos los artistas del Canon no han podido hacer. Su forma de pene alude a su capacidad de potente ejercicio, al no ser un híbrido poético.Todos los mirones son canibalizados por las imágenes coleccionadas por Amalita. Amalita sigue en el Tiempo porque el Arte lo detiene, como dice el Doctor Graña Etcheverry al reseñar el soneto del poeta Don Juan de Tassis y Peralta, Conde de Villamediana, nacido en Lisboa en 1582 y asesinado en Madrid el 21 de agosto(¡cumpleaños del Pequeño Profesor¡) de 1622: “el tiempo va perdiendo su fuerza corrosiva, porque la pintura, ya acabada, siempre será presente, nunca habrá sido tragada por el pasado”. Es raro ver como un confeso, militante y orgulloso marxista como Antonio Berni se entretenía pintando insistentemente a los poderosos al final de la vida. Es raro ver como retrató a los nietos de Amalita, a la prole en cuyos fluidos y memoria ella seguirá viviendo. El hecho nos habla de una estrategia del pintor de trascender, instalándose también en la memoria del Poder al que critica. Y por las dudas ponerle unas fichas o pesos a las imágenes de la fe popular, por eso la Difunta Correa y el Cristo del Taller, por las dudas, pero en clave popular por supuesto. Porque después de todo el Pueblo (o la Clase Obrera) es el Sujeto de la Historia, la Especie, y si el Pueblo cree masivamente en el Gauchito Gil, algo de cierto habrá seguramente. Por
lo menos merece ser señalado con el Acto de ser creado en el Arte. El retrato de la prole poderosa es una operación validada, al arrancarle muchas monedas a la Baronesa de Cemento y tan válida como la operación que lleva a cabo ella misma, al elegir a un enemigo ideológico, para que con su mano detenga el tiempo y la ponga a ella en el lugar donde poder comer al mirón. Seguramente pensaba Amalita al elegir por izquierda, que su mundo plutócrata basado en la extracción de la Tierra para agrandar el hormiguero, era un Mundo despreciable y sería barrido por el pensamiento de la izquierda. Son operaciones de momificación en la memoria de la especie usando al Arte como bálsamo embalsamador, todo eso como siempre, en la Cripta, en el Museiom. Y aquí es donde la figura de Borges se vuelve misteriosa, como puede ser, que tan grande poeta no haya surgido del vientre histórico designado como cargado de futuro y liberación, el vientre social y político. Como pudo Borges despreciar todas las variables y condicionantes de su época y escribir solamente lo que merecía serlo. Ser desde Sí.
Análisis, grabado y acuarela: bb