miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Pose del Indio ante Spegazzini.







Commendatore nonché insigne Cavaliere
del Nòbile Fotográfico Lavoro.
(Este honorífico cargo lo gozó ya otro cofrade del Proyecto Pompeya Nueva Pompeya,
Y que, gracias a ese empleo, obtuvo la jubilación eterna del Imperio romano).
Profesore Carlo Spegazzini

La Pose del Indio ante Spegazzini
o El fusilamiento fotográfico a la italiana

Esta serie de fotografías que sacó Carlo Spegazzini en Retiro en 1883, son muy interesantes, no solamente por las peripecias del armado de las poses, ni por estar bien documentadas en los diarios de época, sino por las características de este tano que se retrata con los indios y tiene incluso un libro de costumbres indias. Este tano característico. Este tano narcisista, cabrone narcisístico de la Bellìsima Italia, operatore fotográfico protagonístico, superpone su ego al del Indio. Aparece en cuatro fotos, pero algo me suena mal con este itálico protagonista. Resulta que los tamaños no concuerdan. En la tercera foto su comparación con la niña india de la derecha lo transformaría en enano. Hay algo raro. Tal vez se agregó mediante un collage fotográfico (ya se hacía en la época), tal vez como el Señor Oneto, (en rojo) posó para que los Indios no pensaran que los iban a fusilar, algo bastante razonable si pensamos que: estaban en un cuartel Militar, los apuntaban con un artefacto grandote, negro, impresionante, que el extremo con la óptica podía ser la boca de un arma, que al tano que venía con la máquina lo acompañaba el Milico del que dependía la suerte de los indios prisioneros, que el apuntador se cubría con una tela pesada y negra, que quemaban unos fuegos de altísima intensidad, que estaban custodiados por soldados casi niños, pero de bayoneta calada y que les exigían quedarse quietos durante minutos. Tal vez el Professore Spegazzini quería pasar a la posteridad por proximidad, operación de momificación en la memoria colectiva realizada por innumerables salamis, a los que aún hoy recordamos. De todas formas por su inclinación hacia los indios y su enorme paciencia, hoy disponemos de esta serie de fotografías sistematizadas (hay otros dos ejemplos). Pero mejor leamos los hechos, relatados por cronistas del diario, llamado justamente: “El Diario”:
“Los Tehuelches retratados”.
“Ayer ha sido un día verdaderamente terrible para estos pobres indios, pues deseando el fotógrafo Carlo Spegazzini, sacar una foto de todos ellos, se presentó en el cuartel del Retiro acompañado del Teniente Bove, llevando con este objeto su máquina y demás pertrechos. Una vez que el Señor Spegazzini hubo colocado a ésta frente al grupo de indios, éstos sin vacilar, un instante, se pusieron en precipitada fuga, sin poder de ninguna manera hacerles comprender de que no se trataba de ocasionarles ningún daño. Al fin , después de instarles el Teniente Bove y de hacerles unos regalos, los tehuelches se decidieron a hacer lo que se les pedía, pero siempre con un cierto recelo, pues creían que era una celada. Así fue que vueltos a ser colocados y tomando el fotógrafo posesión de su máquina, bastó tan solo que éste se
cubriera con el manto negro, para que otra vez estas pobres gentes, convencidas ya de que solamente se trataba de darles muerte, volvieron de nuevo a emprender la fuga, siendo esta vez mucho más rápida la dispersión que la anterior. Pero el Señor Spegazzini, que sin duda debe ser un hombre de mucha paciencia, no se dio por vencido y volvió a hacer uso de su PODEROSA ELOCUENCIA, haciéndoles mil reflexiones
de todo género a estos señores, que a viva voz quería retratar. Por último, tantas fueron las súplicas, tanto los regalos, tantas las razones para hacerles ver de que no se trataba de matar a nadie, que los indios no tuvieron más que someterse al suplicio. Pero siempre hubo cinco de éstos que hasta el último se mantuvieron firmes en su propósito, no pudiendo conseguir que se retrataran.” El Diario, 6 de septiembre de 1883. Esos cinco que no se dejaron retratar, que no dejaron
volverlos una mera imagen inanimada, no entraron en el relato del Museiom, relato que yo ahora estoy actualizando.
Análisis: bb