jueves, 18 de noviembre de 2010

El Indio y los Garcas.


Título: El Indio y los Garcas.
Dibujo al grafito.
Autor: bb
Apuntes para una Teoría del Museo:
El Cacique al desembarcar en la Boca, donde siempre se presentaba gente con recomendaciones para que les dieran indios o indias o algún niño, pues en esos momentos los repartían a todos, tuvo la suerte que el Capitán se opuso a la repartija. Fue invitado por la alta sociedad intelectual, política y aristocrática, el Cacique con los Garcas en Banquetes como el que recuerda La Nación del 11 de agosto del año 1883:
“Banquete de 12 cubiertos en el Café Paris. Vestía Orkeke, pantalón de casimir oscuro, saco del mismo color y sobre él un poncho de paño. Cuando a las 6 y 10 p. m. se dio la señal de sentarse a la mesa, se despojó con toda sans faÇon del poncho y del saco, quedando cubierto su cuerpo únicamente por una camisa a cuadros. La camisa desprendida dejaba ver el pecho tostado del Indio. Alrededor de su cuello, se veía una cinta colorada y una vincha negra sujetaba sus largos cabellos grises, si cabellos pueden llamarse los gruesos y duros que pueblan su enorme cabeza.” ( Es de hacer notar los variados vocablos de extracción erótica y tendencia venérea que el periodista se permite para con el Indio: pecho tostado, gruesos y duros, cubierto su cuerpo, camisa desprendida, enorme cabeza, largos cabellos, etc. La buena educación me impide comentar más en profundidad estos sensuales comentarios, pero el amable público sabrá sacar sus conclusiones) Continuamos: “Los Comensales fueron: El Sr. Ministro español Durán y Cuerbo, Francisco de Ibarra, Esteban Rodríguez, el Doctor Juan Larsen y los señores Ramón Lista, Miguel Cano, Juan Bauzá, el teniente Eduardo
Lan y Juan de Cominges. Hubo brindis, si bien Orkeke brindó, lo hizo haciendo caso omiso de todas las reglas de la etiqueta. A los postres el Señor Cominges leyó una composición en verso bastante extensa dirigida al cacique. De ese canto entresacamos lo siguiente:
Al verte de gloria lleno
Y respetado en tu rango
Dirás para tu quillango,
No hay duda: cristiano bueno.
Mas yo, que así no discurro
Y soy del débil amigo
Voy a probar si consigo
Apearte de tu burro.
Tu hacienda, tu autoridad,
La patria donde naciste,
Todo, Orkeke, lo perdiste
Incluso la libertad.
De un porrazo, pobre viejo.
Te hemos dejado sin nada,
Y agradecé la volada
De haber salvado el pellejo.
A los que tu mal consintieron
Y hoy con palabras te halagan,
Diles claro que deshagan
el tuerto que te fizieron.
Y de yapa le dirás,
Que si son cristianos buenos,
pueden gastar mucho menos,
En conquistar mucho más.
Decir al Indio: Te mato.
Fue cuanto el cristiano hizo
Sin ver que un: Te civilizo
Es más digno y más barato.
Juan de Cominges”.
Análisis: bb