sábado, 3 de julio de 2010

Caracoles del Museo del Bicho.


Apuntes para una Teoría del Museo:
La Cripta y el Tesoro.
En la Acrópolis, el Partenón, Templo de Palas Atenea, tenía en su interior
una Sala presidida por una escultura criselefantina que representaba a la Diosa,
la escultura era de madera, estaba cubierta de oro y marfil y su autor fue Fidias.
Detrás de la cella donde se encontraba la escultura de 12 metros de la Diosa,
había una sala adyacente donde se guardaba el Tesoro de la ciudad. Como
en la Cripta egipcia, el arte, los dioses y oro estaban asociados al rito.
El Tesoro, la Cripta, el oro y el arte están asociados desde hace mucho.
Lo mejor del Dogma, custodiado por el Sacerdote, realizado por el mejor
artista y en la mejor materia, el oro, es lo que merece llevar el difunto.
Claro que si el valor artístico decae y el oro sigue valiendo, la pieza
se fundirá para dar lugar a la moneda, que en Roma se acuñaba en el
Templo de Moneta, la versión romana de Mnemosyne,
la Madre de las Musas,
aquellas que dieron lugar al Museion en la Biblioteca de Alejandría.
El oro y el marfil de la escultura de Atenea fue codiciado cuando el
Dogma religioso griego cayó en el descrédito, el invasor tiene otra fe,
siempre tiene otra y al Tesoro de Atenas nadie sabe quién se lo llevó.
El Arte, el oro, el tesoro, la cripta, el museo, el dogma, el sacerdote,
el canon y el artista. Son las categorías permanentes del rito.
Análisis: bb