sábado, 27 de noviembre de 2010

Una de las esposas de Orkeke.



Título:
Hadd, una de las esposas del cacique Orkeke.
Acuarela
Autor: bb
Apuntes para una Teoría del Museo:
Hadd o Hadde o Adde fue una de las mujeres del cacique Orkeke, Ólkelkkenk o
Hólquequen o Olqueque o Ulquiquequen, (no se ponen de acuerdo), la esposa que él eligió para traer a Buenos Aires, como le hicieron elegir a todos, para empezar a cristianizar la familia india por el lado de la monogamia. De esa forma los caciques se sacaron de encima a las pobres esposas viejas a las cuales además, se les
llevaron los hijos. Que no era la única es seguro porque Musters, el aventurero que los había conocido años atrás, habla de otra, alta, robusta y gorda que no es precisamente la retratada y que debe de haber pasado a un segundo plano. O fue tal vez Hadd la esposa que eligió como mujer principal, figura compatible con la monogamia, y en ese rol se mostró en la Capital. Lo secundó a su esposo indio
en el Skating Rink. La pista de patinaje sobre hielo que la comunidad inglesa regentaba en Buenos Aires. El Skating Rink Coliseum estaba en la calle Lavalle y Montevideo. Esa pista sería reemplazada en 1910 por la que conocemos como Palais de Glace, Sala o Galería Pública que funciona como parte del Museiom, al ocuparse
de los Salones Nacionales de Arte, otrora la antesala del Museiom, la plataforma de validación estética para ser un elegido. Hoy ese Palais de Glace no produce nada salvo problemas, al estar en manos de patanes. Los ingleses le ofrecieron entregar los premios a los patinadores a la esposa del Cacique. Los Indios y sobretodo Olkeke,
fueron recibidos por todos los garcas y los custodios de la religión, estuvieron con el Presidente de la Nación General Julio Argentino Roca, con el Intendente Torcuato de Alvear, con Dardo Rocha, con el Nuncio Papal, con el Arzobispo, con comerciantes. En el Circo Humberto 1 les ofrecieron una función, y seguramente y en secreto, los garcas a los indios, les deben haber pagados putas blancas como “La Polaca” y champagne francés del más finoli, pero claro,luego de haberlos hecho bañar a punta de pistola. Y todo eso para ver por fin el tamaño de los penes de esos indios del
fin del mundo. Curiosidad basada en el enorme tamaño de sus cuerpos y la posible equivalencia genital del macho. La también posible gran profundidad vaginal de las hembras no importaba tanto, porque nadie se las pensaba coger. Pero la casi segura
superioridad peneana del Indio, amargaba al Generalato, desconsolaba a sus castas esposas, atemorizaba al Gobierno repugnaba al Obispo y esperanzaba a los Peritos anatomistas. Ernesto Schóo sugiere que en realidad todo este magnífico
tratamiento a la tribu de Orkeke, tiene que ver con un error de los militares, los cuales fueron a buscar una tribu chúcara, una tribu desobediente a los mandos del Ejército y se trajeron por equivocación otra, que siempre había sido colaboradora con el blanco. Si esto es cierto, mis disparatados textos parecerán catecismo para niños.
Análisis: bb